viernes, 15 de mayo de 2009

MANEJO DE TOROS










Manejo de los toros

1- Período de descanso
Durante los meses en que los toros están en descanso sexual, deben permanecer en potreros con una disponibilidad forrajera tal, que los mantenga en buen estado nutricional.
Uno de los errores más frecuentes que comete el criador, es acordarse de que tiene los toros poco tiempo antes de comenzar el servicio.
En muchos establecimientos que pasaron a menores porcentajes de toros se ha implantado una pastura exclusiva para ellos, y durante todo el año presentan un estado bueno. Bajando el stock de toros se facilita su manejo.
Con este criterio se puede obviar el golpe de verdeo cuarenta y cinco días antes de comenzar el servicio.

2- Cuatro a cinco meses antes del servicio
Examen de fertilidad: a) Examen físico.
b) Examen sanitario.
c) Prueba de Capacidad de Servicio (C.S.)
La prueba de C.S se efectuará solamente en aquellos rodeos “libres” de enfermedades venéreas: trichomoniasis y campylobacteriosis.

3- Estado del toro al inicio del servicio
Por la buena imagen que debe presentar el toro cuando es ofrecido en un remate a la venta, tal vez esté con algunos kilogramos de más. Es importante que el productor compre al toro con alguna antelación al servicio como para que esté por lo menos un mes previo en su campo antes de ir al rodeo con las vacas, a los fines que pueda perder alguno de los kilos de exceso que tenga, se adapte al lugar y también que haga un poco de ejercicio. La mayoría de los accidentes que puedan ocurrir, especialmente al largar un toro nuevo a servicio, se producen en los primeros 15 a 20 días, en especial en los animales que están con algún sobrepeso.
Según un estudio canadiense, los toros para reproducción engordados a grano pueden obtener los precios máximos en los remates, pero son por lejos menos valiosos a los fines reproductivos que los toros magros criados a pasto durante toda su vida.
En un estudio del Lethbridge Research Center, realizado por G. Coulter, R. Cook y J. Kastelic, los toros que fueron alimentados desde el destete hasta la madurez con una dieta del 100% a pasto, tuvieron un 13% más de eficiencia en la producción de esperma diaria y 52% más de reservas de esperma.
La producción de esperma de los toros engordados a grano fue muy pobre en producción total y en motilidad.
Los toros más gordos fueron los que tuvieron la menor motilidad de sus espermatozoides.
Los criados a pasto, tuvieron mucho mejor tono testicular, lo cual está por lo general asociado con una mejor calidad seminal.
En el estudio del Lethbridge Research Center, la calidad seminal de los toros declinó a medida que se incrementó la condición corporal. En otras palabras, cuanto más gordo el toro, menos fértil era.
Todo indica que los toros engordados a grano fueron incapaces de enfriar el escroto, debido al excesivo depósito de grasa en el cuello del mismo.
El mecanismo termorregulatorio que mantiene los testículos a una temperatura ideal, puede ser suprimido por un incremento en la aislación escrotal, a través del aumento en los depósitos de grasa.
Los investigadores concluyeron que para lograr la mejor fertilidad, los toros deberían ser criados desde el destete hasta la madurez con dietas a pasto sin grano. Esto es particularmente cierto para los toros británicos de fácil engrasamiento.

4- Epoca de servicios
El servicio primaveral es él más frecuente y puede variar el mes de comienzo, de acuerdo a la zona y tipo de alimentación.
En la cuenca del Salado sobre campo natural, es conveniente noviembre, diciembre y enero. Una buena práctica de ser factible, es comenzar el primer servicio de las vaquillonas 20 días antes del resto del rodeo.

5- Duración del servicio
Siendo el largo de la gestación de 283 días, y la meta lograr un ternero por vaca y por año, para llegar a los 365 días, el servicio debería durar 82 días (283 + 82 = 365). En la práctica la mayoría de los servicios duran alrededor de tres meses.
Se pueden obtener buenos resultados en vaquillonas de primer servicio con sesenta días de entore, siendo notable el incremento de preñez obtenido en el primer mes de servicio con toros de Alta C.S.


6- Distribución de los toros
Los vientres deben distribuirse de acuerdo a su categoría: vaquillonas de primer servicio, vacas de segundo servicio, vacas “cola de parición” y vacas adultas con cría.
Los toros deben ser distribuidos racionalmente de acuerdo a prioridades en el mismo orden mencionado.
La premisa fundamental es lograr la mayor cantidad de hembras preñadas en el comienzo de la temporada de servicio.
Los toros vírgenes deben ser utilizados siempre en un mismo rodeo, y no mezclarlos con toros adultos.
Se deben utilizar toros de edades similares en cada rodeo.
Es importante individualizar los grupos de toros en cada rodeo a través de identificaciones como caravanas, números a fuego, u otros medios seguros.

7- Rotación de toros
Esta técnica estuvo de moda en algún momento en los rodeos de cría. No tiene ninguna ventaja y sí en cambio varias desventajas.
Entre estas últimas se podrían citar:
a) Pérdida de horas hombre en la rotación semanal o quincenal.
b) Probabilidad de difundir enfermedades venéreas.
c) La veteranía, entendiéndose por ella al tiempo de permanencia de un toro en el rodeo afecta al orden social dominante (O.S.D.). Es decir que hay toros que estando un tiempo en el rodeo pueden subordinar a toros que recién entran a servir en el mismo.
d) Se dificulta el uso de edades similares de los toros en cada rodeo al estar rotando los mismos.
e) Se complica la correcta identificación de los toros que se asigna a cada rodeo. Esto permite luego en el momento del tacto rectal, poder analizar, con los resultados de preñez la eficiencia de los toros. Al estar rotándolos no se sabe cuáles toros, no actuaron bien.

8- Porcentaje de toros
En muchos establecimientos se utilizan del 3 al 5% de toros, incluso se llega hasta el 8 a 10% en potreros sucios. Con toros de Alta C.S. se puede llegar a trabajar utilizando entre el 1,5 al 2%. En establecimientos con montes, quebrados, o con potreros grandes (2.000 a 4.000 ha) con toros de Alta C.S. no sería necesario utilizar más del 3,5-4% según lo indican los ensayos realizados.
Se ha demostrado que no hay diferencias en la fertilidad del rodeo si los toros son echados a 25 ö a 40 vacas y si tienen 2 ó 3 años de edad, tal se observa en el cuadro 13.

Cuadro 13: Relación toro/vacas considerando edad.
Edad
Relación toro/vacas
% de parición en las primeras 3 semanas
% de parición en 3 meses
2 años
1:25 (4%)
57
85
1:40 (2,5%)
66
92
3 años
1:25 (4%)
59
86
1:40 (2,5%)
55
86
Fuente M. Blockey

Si se utilizan toros muy jóvenes, de 15 a 17 meses, probablemente para servicio de vaquillonas, el porcentaje debería ser del 4%, a razón de un toro cada 25 vaquillonas.

9- Comportamiento sexual del rodeo
Las hembras en celo y las que están próximas a él, se agrupan formando un Grupo Sexual Activo (G.S.A.), presenta mayor dinamismo, camina un km/hora, y el toro lo detecta mediante la vista y permanece gran parte de su tiempo, cortejando y sirviendo a las que presentan celo.
Este G.S.A. se forma cuando el rodeo presenta una buena tasa de celo diario, lográndose esto, con un buen nivel nutritivo, de tal modo que una vaca pueda criar a su ternero y alzarse prontamente.
La reproducción es una función de lujo. Ante estrés nutricional o de otra índole, la vaca se defiende economizando las energías, y no entra en celo.
En rodeos numerosos pueden formarse varios G.S.A.
Los toros compiten entre sí por las vacas en celo. Los de 2 años de edad tienen un orden social inestable, sin embargo el ranking social no entorpece significativamente su actividad de servicio. Los toros de edad mixta conservan un orden social más estable en relación con la veteranía de cada individuo.
La edad es el factor más relevante de la estratificación social, y estará también influenciado por la actividad que demuestre en el servicio.
Al asociar un toro viejo con los toros jóvenes en un servicio de vaquillonas, el índice de preñez se deprimió en un 9%. Al aparear toros de edades diversas se influye en detrimento de la paternidad de las futuras crías. Datos de Osterhoff indican que en cada uno de los cinco años de servicio con un grupo de toros de edad mixta sobre vacas, el toro más viejo y el que le seguía de edad, produjeron entre el 60% y el 70% de los terneros nacidos, mientras que el toro más joven produjo solamente entre el 5% y el 15% de las crías.
Si los toros más viejos tenían un índice de crecimiento menor que el de sus subordinados más jóvenes, se deprimía el índice de crecimiento en mayor medida que si se hubieran usado toros jóvenes.
En el mismo sentido, diferentes razas determinan también rangos sociales. Al juntarse toros Hereford y Brahman en un mismo rodeo, los primeros producirán más alta proporción de terneros (ltter y colaboradores, 1954, Donaldson 1962), lo que muestra asimismo diferentes dominancias entre razas.
Pero, en el potrero, ¿cómo es el comportamiento del toro?.
Para lograr un buen desempeño reproductivo, previo al servicio, los toros deben colocarse en potreros con alta disponibilidad y calidad forrajera, a fin que tengan buen estado corporal y si es posible acumulen cierta cantidad de reservas. Esto les permitirá enfrentar el servicio, “cortejar” a las vacas que entran en celo y montarlas para lograr la preñez, dado que parte del tiempo que habitualmente dedicarían a comer, lo deben emplear en detectar a los grupos de vacas sexualmente activos.
Por lo general, los toros detectan a las hembras por medio de la vista y/o el olfato, varias horas antes de que estas ovulen y permanecen en el grupo continuamente, olfateando aquellas que estén próximas a presentar celo, colocando sus mandíbulas sobre el cuarto trasero de estas y esperando para ver si se queda quieta en actitud receptiva, lo rechaza o se aleja de él. En este caso el toro continuará caminando detrás de ella, repitiendo sus intentos hasta que la hembra con su inmovilidad permita el salto.
Una vez servida la vaca o vaquillona, el toro busca a otra en condiciones semejantes, con el fin de repetir la operación. En caso de no encontrarla vuelve a la hembra ya servida y si esta lo permite, procede a montarla nuevamente. Si se detecta una nueva vaca en celo, la sigue y puede permitir entonces que la anterior sea montada por otros toros.
El toro no solo sigue a su grupo de hembras para servirlas, sino que vigila atentamente para que otros no se acerquen. En caso que esto suceda, procura alejarlos.
Según J. Rovira, está demostrado que cuando un toro trabaja solo sobre un rodeo, por ejemplo 33 vacas, lo más probable es que se logre un porcentaje de preñez un poco mayor que cuando 3 toros trabajan juntos sobre un rodeo de 100 vacas.
En gran parte, esto se explica por la mayor tranquilidad con que el toro que está solo trabaja, sin necesidad alguna de tener que enfrentarse con otro. De esta forma tiene un control total sobre la totalidad del rodeo. No sucede así en el caso de varios toros trabajando juntos, en donde son muy comunes las peleas y por causa de ellas pueden pasar inadvertidas vacas en celo.
Claro está, que en la práctica puede resultar difícil, por ejemplo, tener rodeos cada uno con un solo toro, en vez de tener un rodeo solo con 3.

10- Indice de concepción y % de preñez
El primero (I.C.) es el porcentaje de preñez en los primeros 21 días de servicio. Se evalúa generalmente en las vaquillonas, con un tacto rectal en el día 56 del inicio del servicio, las preñadas el día 21 tendrían una preñez de 35 días (21 + 35= 56).
Esta maniobra puede reemplazar el tacto previo al servicio en aquellos establecimientos que no tienen preñeces de robo, ni enfermedades venéreas pudiéndose evaluar de esta manera la eficiencia del servicio de los toros, descartándose entonces vaquillonas con problemas y apartar las “preñadas cabeza”.
Sin embargo en muchos establecimientos el tacto previo es de gran utilidad para detectar las preñeces fuera de época (“robos”) y a las vaquillonas no aptas genitalmente.
Es importante conocer el porcentaje de preñez en cada rodeo separadamente para poder evaluar cada grupo de toros.
Por ejemplo en un establecimiento con 4.000 vientres, con porcentajes de preñez muy buenos (92-94%) estaba ocultando un episodio de trichomoniasis. Esto surgió luego de efectuado el tacto rectal, al analizar los rodeos por separado. Aquellos que estaban sanos arrojaron el 96% de preñez sobre 3.500 vacas, y los rodeos con toros enfermos apenas llegaron al 82% sobre las 500 vacas restantes.
De no haberlos discriminados, se podría haber supuesto que todo estaba bajo control, cuando en realidad no era así.


11- Identificación de los toros
Es fundamental poder individualizar cada toro desde que entra hasta que se da de baja o se muera.
Un buen sistema es aplicarles números a fuego grandes en el costillar, pudiendo el primer número coincidir con el año de nacimiento, por ejemplo los nacidos en 1985: 501, 502, 503, etc. El mismo número puede ser colocado en una caravana grande como doble identificación, facilitando su agrupación por edades durante el servicio.

12- ¿Hasta qué edad se puede utilizar un toro?
Es conveniente que el toro no pase de los 4 años de servicio, o sea que estaría en los 6 ó 7 años de edad en servicio natural. Esta medida no es caprichosa, sino que luego de la mencionada edad, la mayoría de los toros pueden presentar problemas locomotores, patologías genitales y mayor riesgo de adquirir enfermedades de transmisión sexual. A partir de los 8 años se acentúa la pérdida de la líbido y comienza a producirse cierta atrofia testicular.

13- Uso de toros jóvenes
La evolución en los conocimientos genéticos, nutricionales y de manejo hacen posible que toritos de entre 14 y 16 meses de edad, con un peso entre 400 y 450 kilogramos y una circunferencia escrotal de alrededor de los 32 centímetros, sean efectivos en el servicio. Para que esto sea posible, deberían ser destetados con 200 a 210 kg y poseer un nivel nutricional razonablemente bueno. Si se dispone de datos de pruebas de producción y de control de desarrollo, cuyo uso han permitido obtener animales con mayor capacidad reproductiva a edad más joven, estos deben arrojar cifras indicativas de buena precocidad, para permitir un moderado engrasamiento temprano con menos requerimientos.
De hecho, en otros países, el uso de toros de algo más de un año de edad, resulta una práctica corriente donde los valores reproductivos obtenidos no presentan grandes oscilaciones frente a los toros de 2 años, siendo las ventajas el menor costo, la mayor vida útil del toro, la mejor rotación del capital hacienda para el cabañero y el mayor avance genético. Como punto central de cuidado, cabe mencionar la sensibilidad que este tipo de animal tiene frente al manejo que se le dedique ya que por ser una categoría aún en desarrollo. Un mal manejo, puede generar efectos irreversibles en su posterior vida útil.
El achicar una generación mediante este procedimiento, alivia el campo y disminuye la cantidad de ración presupuestada, representando para el cabañero un gran logro, tanto económico como de manejo. Habrá además, una notable disminución de rechazos por peleas, adiciones, montas, etc.
No dejan de ser importantes y hasta quizás más beneficiosas, las ventajas que el sistema ofrece al usuario: toros con vida útil significativamente más larga; reducción en el valor del flete y aconsejando su incorporación con cierta anticipación, la edad mencionada anteriormente facilita una más rápida adaptación al nuevo medio, ya sean campos bajos, de monte, de garrapata o de mío-mío, obviamente con las precauciones de cada caso.
El servicio no debería ser de más de 1 toro cada 25 vientres por 90 días.
Se recomienda además, una recorrida periódica prestando atención a los que pudieran tener un mal desempeño. Tampoco mezclarlos con toros adultos para evitar la competencia durante el servicio, la cual suele derivar en una baja funcionalidad de los toritos, como se mencionó oportunamente.
Aún tomando las precauciones de alimentación y sanidad durante su primer temporada de servicio, es normal verificar que los toritos iniciados en servicio alrededor de los 15 meses, logran su desarrollo final cerca de un año más tarde que los que son utilizados a partir de los 2 años de edad.
También debe considerarse que no cualquier biotipo de animal está en condiciones de cumplir con los resultados indicados, por lo que incluso, dentro de las razas británicas ha de considerarse que a mayor frame, los pesos requeridos para llegar a la pubertad seguramente han de incrementarse y para otras razas, incluso esta técnica puede resultar poco propicia.



14- Guía para el recorredor
a) Verificar que cada toro pertenezca a ese rodeo y no a otro.
b) Hacerlos trotar para ver si claudican (mirar patas y pezuñas).
c) Observar lesiones en prepucio, pene y testículos.
d) Lo óptimo sería observarlos en las estocadas (golpes o servicios).
e) Ver el comportamiento individual. Hay que identificar a los agresores y a los indiferentes.
f) En el caso de observarse alguna alteración de los puntos anteriores, retirar el toro, y reponerlo sólo si el problema ocurre dentro de los primeros 20 días (se asume que el rodeo está sano y bien alimentado). Si se retira el toro luego de los 20 días de iniciado el servicio no sería necesario reponerlo, siempre que se estén utilizando toros de Alta C.S. De otro modo se debe reponer todo toro que se retira.
g) Con bajo porcentaje de toros son imprescindibles 2 recorridas diarias.
h) A los 45 días de servicio se debe notar menor actividad sexual.
i) Nunca se deben rotar los toros. Tienen que ingresar juntos y retirarse juntos.

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